La economía mundial
ha tenido un desempeño especialmente firme, el ingreso per cápita mundial ha
crecido, ya que el PIB mundial per cápita ha aumentado. Los países en
desarrollo desempeñan ahora un papel importante como elementos impulsadores del
crecimiento mundial. Sin embargo, en los países
desarrollados el crecimiento económico es inestable. La desigualdad es visible y ningún Gobierno ha encontrado la
manera de disminuirlo en su totalidad, esta repercute mucho sobre el
crecimiento económico, más allá de las implicaciones éticas que acarrea
en una sociedad la desigualdad tiene enormes implicaciones en materia económica
y social.
El
crecimiento económico primordialmente en los países desarrollado está en
descenso, siendo un desafío. Una de las causa es el efecto de la crisis de la
deuda pública del continente europeo y la inestabilidad del sector financiero,
que no solamente afecta a los países que lo conforman, sino que involucra al
resto mundo, debido a que varías economías están entrelazadas con la economía
de Europa como es el caso de EEUU en donde también hay fragilidad en el sector
financiero y la crisis del empleo, la cual comenzó en 2011. Japón refleja una
frágil recuperación económica entre los países desarrollados que podrán desorientarse
de su rumbo si la Europa no puede dominar la crisis de la deuda.
Con respecto al
crecimiento económico América Latina y el Caribe crecieron en torno al 4,2% en
2011 y se espera que el crecimiento disminuya a 3,6% en 2012. A pesar de que en
estas regiones cierta parte de la población ha logrado salir de la pobreza, el
debilitamiento de la economía mundial, la incertidumbre de la crisis de la
deuda de los países de la zona del euro, la ralentización de la economía de
China y la aplicación de políticas que han frenado la demanda local son algunos
de los factores que están pesando en sus perspectivas de crecimiento.
En cuánto al
crecimiento en África al sur del Sahara se mantuvo firme en el 2011 en 4,9%.
Sin incluir a Sudáfrica, la tasa del resto de la región fue aún más sólida,
perfilándola como una de las siete de las diez economías mundiales
que están en desarrollo de más rápido
crecimiento. Sin embargo, las desigualdades que se generan en ellos,
especialmente en los campos de la sanidad, la educación y la participación en
la sociedad, y la marginación de gran parte de la población están impidiendo el
progreso social y económico de millones de africanos.
Para Asia oriental y
el Pacífico, afectada por las inundaciones en Tailandia y la agitación en
Europa, se estima que el crecimiento del PIB regional redujo su ritmo hasta
8,2% en 2011 y se proyecta que disminuya aún más a 7,8%, en 2012 y 2013.
Por otra parte el
crecimiento de las naciones en desarrollo en 2012 se proyecta en 5,4%, la segunda
tasa más baja en los últimos años. Todo esto debido a el efecto de la crisis del continente europeo y la inestabilidad del
sector financiero, que no solamente afecta a los países que lo conforman, sino
que involucra al resto mundo.
Sobre el crecimiento económico de los países en vías de desarrollo tal es el caso de
África que en los últimos años se ha observado un aumento de riqueza y que ha
llegado a considerarse como una de las diez economías mundiales que más están
creciendo y uno de los países principales para invertir. Esté crecimiento sin
duda es beneficio para el continente Africano, sin embargo este no beneficia a
todos, puesto que existe desigualdad en salud, educación, y discriminación
social que impide que el progreso social y económico sea en conjunto. Siendo esta cada vez notable, es decir que existen
millones de personas que siguen padeciendo hambre, y que no tienen ingresos para
sobrevivir por la falta de plazas de
trabajo.
América Latina
también está en tiempo de crecimiento económico más sólido que en los países
desarrollados. Cierta parte la población ha logrado salir de la pobreza, sin
embargo continúa siendo la región más
desigual del mundo, a pesar de los avances. En Brasil, el destino favorito de
inversiones el nivel de pobreza no ha disminuido porque la mayor parte de la
riqueza se la llevan los afortunados.
En conclusión, ningún
país ha encontrado la manera de disminuir la desigualdad, es sin duda que
existe la iniciativa pero no es suficiente. Así que los Gobiernos deberían de
centrarse más en que haya igualdad, es decir que se concentren en que existe
equidad en salud, educación, justicia, empleo y participación social, para que
pueda haber un crecimiento sostenible que beneficie a todos. Porque al no
hacerlo desencadenaría más pobreza.
A pesar de los
aceptables resultados observados en varios países, hay un largo camino por
recorrer en cuanto a la reducción de los niveles de desigualdad y el incremento
en la movilidad social. Para lograr dichos avances se hacen necesarios
esfuerzos concretos para reducir la desigualdad de oportunidades, en particular
en los ámbitos de la educación, la salud, el acceso a infraestructuras públicas
y al sistema financiero, y la seguridad.
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