La economía mundial ha tenido un desempeño
especialmente firme, el ingreso per cápita mundial ha crecido, ya que el PIB
mundial per cápita ha aumentado. Los países en desarrollo desempeñan ahora un
papel importante como elementos impulsadores del crecimiento mundial. Sin embargo, en los países desarrollados el
crecimiento económico es inestable. La desigualdad es visible y ningún Gobierno ha encontrado la
manera de disminuirlo en su totalidad, esta repercute mucho sobre el crecimiento
económico, más allá de las implicaciones éticas que acarrea en una
sociedad la desigualdad tiene enormes implicaciones en materia económica y
social.
Con respecto al crecimiento económico América
Latina y el Caribe crecieron en torno al 4,2% en 2011 y se espera que el
crecimiento disminuya a 3,6% en 2012. A pesar de que en estas regiones cierta
parte de la población ha logrado salir de la pobreza, el debilitamiento de la
economía mundial, la incertidumbre de la crisis de la deuda de los países de la
zona del euro, la ralentización de la economía de China y la aplicación de
políticas que han frenado la demanda local son algunos de los factores que
están pesando en sus perspectivas de crecimiento.
En cuánto al crecimiento en África al sur del
Sahara se mantuvo firme en el 2011 en 4,9%. Sin incluir a Sudáfrica, la tasa
del resto de la región fue aún más sólida, perfilándola como una de las siete de las diez economías mundiales que están en desarrollo de más rápido
crecimiento. Sin embargo, las desigualdades que se generan en ellos,
especialmente en los campos de la sanidad, la educación y la participación en
la sociedad, y la marginación de gran parte de la población están impidiendo el
progreso social y económico de millones de africanos.
Para Asia oriental y el Pacífico, afectada
por las inundaciones en Tailandia y la agitación en Europa, se estima que el
crecimiento del PIB regional redujo su ritmo hasta 8,2% en 2011 y se proyecta
que disminuya aún más a 7,8%, en 2012 y 2013.
Por otra parte el crecimiento de las naciones
en desarrollo en 2012 se proyecta en 5,4%, la segunda tasa más baja en los
últimos años. Todo esto debido a el efecto de la
crisis del continente europeo y la inestabilidad del sector financiero, que no
solamente afecta a los países que lo conforman, sino que involucra al resto
mundo.
En conclusión a pesar de los aceptables
resultados observados en varios países, hay un largo camino por recorrer en
cuanto a la reducción de los niveles de desigualdad y el incremento en la
movilidad social. Para lograr dichos avances se hacen necesarios esfuerzos
concretos para reducir la desigualdad de oportunidades, en particular en los
ámbitos de la educación, la salud, el acceso a infraestructuras públicas y al
sistema financiero, y la seguridad.
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